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sábado, 15 de septiembre de 2012

LA ECONOMÍA COLONIAL

Ver anterior: LAS CORRIENTES COLONIZADORAS DE AMÉRICA

LA ECONOMÍA COLONIAL

Luego de la primera etapa de la conquista española, la corona impulsó el establecimiento de empresas dedicadas a la producción agrícola y minera. Con este fin se dispuso el reparto de la mano de obra indígena tanto en México como en Perú. El reparto en “ciudades de indios” organizaba las comunidades aborígenes para que realicen trabajos forzados a cambio de un salario en las empresas mineras, rurales  y artesanales de los particulares españoles.

En el siglo XVI, la explotación de las zonas mineras de Potosí, en el Alto Perú; y la de Zacatecas, en México se convirtieron en grandes centros productores de plata y en grandes consumidores de mercancías producidas en un gran conjunto de economías regionales. El resultado fue la formación de empresas vinculadas a la producción rural orientada a abastecer el gran mercado de las zonas mineras a la vez que aumentaba la producción de plata.

La minería
TABAJADORES EN LAS MINAS DEL ALTO PERÚ

La producción de plata en las zonas mineras de Potosí y Zacatecas comenzó en 1540 utilizando a la mano de obra indígena para explotar la superficie de los cerros. Sin embargo, hacia 1870, ya se había agotado el metal de la superficie y se hizo necesario la construcción de túneles que se internasen en los cerros para buscar las vetas de metal. Los aborígenes debían internarse con escalerillas en estos túneles y partir las rocas que contenían plata, otros se encargaban de picarlas en piedras más pequeñas. Éstas piedras eran luego subidas en sacos por las escalerillas hasta la superficie, donde se cargaban a lomo de mula y eran llevadas a los ingenios para extraer la plata de la piedra.

En los ingenios los trozos de roca eran pulverizados por molinos. El polvo era mezclado en enormes piletas con mercurio, sal, agua y cobre. Esta mezcla, altamente tóxica, era removida durante varios días por los aborígenes hasta que se obtenía la “amalgama”. La amalgama se guardaba en sacos varios días y luego, presionándolos, se  obtenía la plata.

La hacienda colonial.

El crecimiento del mercado de los centros mineros permitió que las actividades agropecuarias experimentaran un progresivo crecimiento motivado por la mezcla de las técnicas agrícolas europeas y autóctonas. Hacia fines del siglo XVI se inicio la exportación de cereales, cueros, sebos, frutas secas, charqui y otros productos, los que estaban dirigidos para el mercado peruano; esta situación se reforzó con la caída de la producción triguera del Perú, lo que desde 1678 en adelante convirtió a la colonia chilena como la principal proveedora de cereales del virreinato peruano.

El aumento de las exportaciones de trigo desde la segunda mitad del siglo XVII en adelante, fomentó una extensiva explotación de las tierras que trajo consigo el surgimiento de las grandes propiedades o haciendas. Las ganancias generadas por las exportaciones eran reinvertidas en la adquisición de manufacturas y otros productos que se importaban desde Perú  En este periodo, los hacendados se transformaron en el principal sector de la sociedad colonial, y algunos de ellos llegaron a ostentar títulos nobiliarios y mayorazgos.

La hacienda se convirtió en el eje de las actividades agropecuarias e, incluso, llegaron a ser independientes ya que en ellas se producían todos los productos que se requerían para satisfacer las necesidades básicas de la población. En efecto, las haciendas no sólo poseían peones que realizaban las labores agrícolas, sino que además en ellas estaban asentados una serie de artesanos que fabricaban los productos derivados de la ganadería, como los cordobanes o el charqui. Junto a ellos, en las haciendas también habitaban los denominados inquilinos, que estaban encargados de custodiar los límites de las tierras incluidas en las haciendas.

Los propietarios de las haciendas eran considerados dueños de la voluntad de sus peones, y debido a la inexistencia o a la poca presencia de las autoridades, en la práctica el poder que ejercían no conocía censura. Por esta razón, la mayoría de las ciudades que se fundaron en el siglo XVIII fueron ubicadas en las cercanías de las haciendas con el objetivo de que las autoridades oficiales controlaran los excesos de los hacendados.

ACTIVIDADES:
       1)      Redactá un texto donde se explique la relación entre las principales actividades económicas de la época colonial.

   Ver siguiente: MONOPOLIO COMERCIAL COLONIAL.