miércoles, 24 de octubre de 2012

REFORMAS BORBÓNICAS

Ver anterior: MONARQUÍAS ABSOLUTAS EUROPEAS

ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII: LAS REFORMAS BORBÓNICAS.

A comienzos del siglo XVIII, España manifestaba síntomas de decadencia. La corona española  pasó a manos de la dinastía borbónica bajo el reinado de Felipe V. los monarcas borbónes estaban influenciados por un nuevos movimiento intelectual, la ilustración, que impulsaba el uso de la razón en todos las actividades de la realidad humana. Los monarcas ilustrados borbones intervinieron activamente en la reforma del Estado, se ocuparon de la economía, la educación, y las obras públicas e intentaron que España recuperase su poder en Europa y sobre las colonias americanas. Advirtieron que España estaba desperdiciando sus recursos coloniales por mantener un sistema de gobierno y una explotación inadecuadas. Con el fin de corregir esta situación emprendieron profundas reformas. 
En el orden político y administrativo buscaron acentuar el poder del Estado mediante la creación de dos nuevos virreinatos: El de Nueva Granda (1739), que comprendía los territorios de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela, con capital en Bogotá;  y el Virreinato del Río de la Plata (1776), que incluía los territorios de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, estableciendo su capital en Buenos Aires. Para lograr un mejor control de los territorios dentro de los virreinatos se suprimen las gobernaciones por un régimen de intendencias. Los intendentes, nombrados por el rey, hacían sentir su poder sobre los cabildos. Los nuevos funcionarios, leales a la Corona, buscaron acabar con la corrupción administrativa y aumentar la recaudación de impuestos en las colonias.

El monopolio comercial, basado en el sistema de flotas y galeones, se flexibilizó para aumentar el intercambio y abastecimiento de las colonias. El monopolio comercial tuvo como consecuencia el aumento del contrabando con la consiguiente pérdida de impuestos aduaneros para la corona. Para combatirlo, desde  1731, se incorporó al sistema de flotas y galeones el envío  de barcos mercantes a las indias, llamadas naves de registro, que complementaron el tráfico con América. Sin embargo, en 1778, el “Reglamento  del comercio libre” eliminó el sistema de flotas y aumentó el número de puertos españoles y americano, incluido el de Buenos Aires, habilitados para comerciar entre la metrópolis y sus colonias. Estas medidas impulsaron el comercio hispanoamericano y permitió a las ciudades estar mejor y más abastecidas.

Las reformas buscaron también el desarrollo económico de las colonias promoviendo la agricultura y la ganadería. Los borbones buscaron complementar la economía de las Colonias y la Metrópolis. Las colonias debían abastecer de materias primas a las industrias de España y, éstas, abastecer de productos manufacturados a las colonias. El resultado fue la especialización de las producciones primarias en diferentes regiones de América, como la de azúcar en Cuba, cueros en el Río de la Plata y cacao en Venezuela.

Las reformas permitieron afianzar el poder del rey e incrementar los ingresos de la Corona. En tanto que en las colonias hubo lugares, como el Río de la Plata y Venezuela, donde las reformas fueron bien aceptadas por los comerciantes que vieron nuevas posibilidades. Sin embargo, otras reformas, como el aumento de impuestos y el desplazamiento de los criollos de los cargos administrativos en sus localidades, generaron tensiones entre la Metrópolis y las colonias deteriorando la relación entre ambas.

ACTIVIDAD:
1) Organizá en un cuadro las reformas políticas y económicas introducidas por los Borbones.
2) Identifcá las causa que impulsaron estas reformas.
3) Diferenciá como impactaron las reformas en los distintos grupos sociales.
4) Justifica la siguiente oración: " Las economías de la Metrópolis y las colonias se complementaban"

viernes, 12 de octubre de 2012

MONARQÚIAS ABSOLUTAS EUROPEAS

Ver anterior: LA MONARQUIA ABSOLUTA.

LOS ESTADOS ABSOLUTISTAS EN EUROPA

La consolidación del Absolutismo en Europa tuvo como protagonistas a los tres grandes Estados de la modernidad: Inglaterra, Francia y España. En ellos, los monarcas, construyeron complejas estructuras burocráticas destinadas a administrar y organizar sus reinos, sostenidas por el cobro de impuestos y un ejército profesional poderoso. Este poder absoluto era hereditario lo que dio lugar a la formación de importantes dinastías, familias que por largo tiempo ocuparon el poder.

REINOS EUROPEOS EN EL SIGLO XVIII


En Inglaterra, la dinastía de los Tudor retuvo el poder en el siglo XV. A comienzos del siglo XVI, la nueva dinastía de los Estuardo trató de imponer la monarquía absoluta, sin embargo, se encontraron con la firme oposición de la burguesía y de la baja nobleza que provocó una guerra civil entre 1642 y 1649. Desde entonces el parlamento inglés impidió la instauración del absolutismo logrando destronar a dos monarcas de ésta dinastía. Finalmente, en 1689, la Declaración de derechos, limitó la autoridad real e Inglaterra se constituyó como una Monarquía Parlamentaria donde la nación afirmó su derecho a elegir el rey.
DINASTÍA TUDOR, INGLATERRA
En España, a la muerte de los Reyes Católicos ( 1519), el poder es heredado por Carlos I, dando inicio a la dinastía de los Habsburgo, también llamada de los Austrias, que gobernarán España hasta 1699. La consolidación del absolutismo en España estuvo marcado por el enfrentamiento con los fueros y costumbres de las leyes que organizaban a los antiguos reinos que fueron absorbidos dentro de la Corona española. Por otra parte, a lo largo del siglo XVII, los monarcas de la dinastía Habsburgo mostraron una marcada incapacidad para gobernar y debieron apoyarse en la figura de los Secretarios de Estado, que eran los encargados directos de las tareas de gobierno.

DINASTÍA HABSBURGO O AUSTRIA

El absolutismo en Francia se consolida bajo la dinastía de los Borbones. Los monarcas borbones gobernaron entre 1589 y 1789 ubicando a Francia como la principal potencia europea. Debieron unificar la religión y buscaron acabar con las autonomías regionales y urbanas debilitando la autoridad de la nobleza señorial.
LUIS XIV, EL REY SOL EN VERSALLES

Las resistencias  de la sociedad frente al avance del absolutismo fueron lideradas por la alta nobleza quien aprovechó los períodos de “minoridad real” para intentar recuperar el poder perdido. Todos los reyes de Francia accedieron al trono siendo niños, hasta su madurez otros gobernaban en su nombre. 
Durante “la minoridad real” de Luis XIV la nobleza promovió una de las rebeliones antiabsolutistas mas importantes, entre 1648 y 1652, conocida como “la Fronda”. 

Otro factor que obstaculizó el absolutismo fue la ineficacia burocrática, las continuas guerras que libró la monarquía endeudaban al Estado.  Para afrontar las deudas se hizo costumbre entre los monarcas vender los cargos administrativos. Los compradores que ocupaban esos cargos reemplazaban la lealtad al Rey y al Estado por el deseo de obtener beneficios, en dinero o prestigio social.

El absolutismo francés tuvo a su máximo representante bajo el gobierno de Luis XIV. En 1661 decidió reformar el sistema burocrático francés, inaugurando “el reino de las oficinas y los despachos”. Para ocupar la administración nombró funcionarios provenientes de la burguesía, desplazando a la nobleza. De este modo acrecentó la autoridad real. 

Bajo su reinado se construyó el gigantesco y lujoso palacio de Versalles, donde llegaron a trabajar hasta 30.000 obreros y artesanos. Fue su residencia oficial, apartada de París, concebida para alojar a la nobleza más importante que fue obligada instalarse allí. De esta manera logró apartar a los nobles de sus castillos y territorios impidiendo que se organizaran para resistirse a la autoridad real. Versalles, donde residía el Rey rodeado por su corte, fue el centro de la administración real y escenario de interminables fiestas que se realizaban en sus extensos jardines o en fastuoso salón de los espejos.

El cargo de superintendente de finanzas fue ocupado por Jean Baptiste Colbert, quien impulsó la ganadería, la agricultura, la industria, el comercio, la marina y la expansión colonial. Sus acciones permitieron desendeudar a Francia y disminuir los impuestos que debían pagar los campesinos. La estrategia de Colbert fue desarrollada bajo el pensamiento mercantilista que consistía en intensificar la producción de manufacturas y el desarrollo de fábricas para vender a gran escala a sus rivales económicos y comprarles lo menos posible. Para evitar el ingreso de manufacturas estableció altos impuestos de importación. El “proteccionismo” mediante barreras aduaneras permitió que ingresara a las arcas del Estado más dinero del que salía.

La política exterior de Luis XIV se ve reflejada en su frase “ extenderse es la más digna  y agradable ocupación de los soberanos”. Para lograr la expansión territorial reorganizó totalmente el ejército francés mediante la creación de un ejército nacional y permanente. Lo dotó de modernos armamentos, como el fusil con bayoneta y artillería de cañones, así como también el desarrollo de nuevas tácticas y estrategias de guerra. Sus victorias resultaron brillantes y le permitieron extender sus territorios y su influencia en Europa, logrando instaurar la dinastía borbónica en el trono de España.

La política interior fue una ocupación personal del Rey, quién ejerció su poder mediante decretos. Su poder se convirtió en “despótico” ya que podía dictar justicia y detener personas, auxiliado por una policía secreta. Su política en materia religiosa impuso el catolicismo como religión única del Estado, logrando imponer su autoridad sobre la del Papa dentro del territorio francés.

Luis XIV, el rey Sol, es el emblema del absolutismo  en Europa. Inauguró con su reinado el “despotismo ilustrado” caracterizado por la concentración total del poder real y el desarrollo de las artes. Su largo reinado (1638-1715) llegó a su fin  marcado por los primeros síntomas de decadencia del gobierno y de la Corte, el declive de la superioridad francesa en Europa, el fracaso de su política colonial y un creciente malestar social surgido de las hambrunas que padecía el pueblo llano. 

Ver siguiente: ESPAÑA SIGLO XVIII- REFORMAS BORBÓNICAS.

ACTIVIDADES:

a) Señalá las diferencias que presenta el absolutismo en los reinos de España, Francia e Inglaterra.
b) identificá los obstáculos que presentó el establecimiento del Absolutismo en cada reino.
c) Definí las características del absolutismo en Francia.
d) Analizá los motivos por los que se construyó el Palacio de Versalles.
e) Definí los siguientes conceptos: DINASTÍA-PROTECCIONISMO- MERCANTILISMO-

jueves, 4 de octubre de 2012

LA MONARQUÍA ABSOLUTA

Ver anterior: MONOPOLIO COMERCIAL COLONIAL.

EL ABSOLUTISMO MONÁRQUICO.   

Entre los siglos XV y XVIII, se fueron afianzando las Monarquías europeas que fundaron los Estados Modernos. Las monarquías de la Edad Moderna se caracterizaron  por poseer un territorio con fronteras políticas precisas, la centralización del poder político en manos del rey, el sometimiento de la Iglesia y la nobleza feudal, la creación de una organización política basada en instituciones que responden al monarca y la formación de un sentimiento nacional basado en la unidad del idioma y la religión. 

LUIS XIV DE FRANCIA
EL REY SOL
La formación de los Estado Moderno fue posible por el proceso de concentración del poder del Monarca. Su autoridad llegó a ser total sobre los bienes y vidas de sus súbditos, por eso se caracteriza a las monarquías europeas como “absolutas”. El absolutismo monárquico se consolidó con el Renacimiento y la Ilustración, que le proporcionan una base teórica sobre la que apoyaron su poder.

El primer escritor del Humanismo que reflexionó sobre la política y el Estado fue Nicolás Maquiavelo. En 1513, Maquiavelo, escribió  el ensayo político titulado “El Principe”, en él reflexiona sobre el Estado y recomienda a los príncipes que deben ser amados y temidos a la vez, aunque es preferible ser temido ya que un soberano temido es más difícil que sea destronado. A su vez, aclara que el soberano debe ser temido pero no odiado, ya que si lo odian es más posible que sea destronado… Los capítulos que forman “El Príncipe” expresan la opinión de Maquiavelo sobre cómo debe gobernarse un Estado y cuál es el papel que debe desempeñar el gobernante.

La política fue objeto de reflexión por parte de los intelectuales de la modernidad.  A continuación se presentan algunos fragmentos de los principales pensadores que justificaban el absolutismo monárquico:
EL PRNCIPE, MAQUIAVELO

La soberanía es el poder absoluto y perpetuo de la República (…). La soberanía no es limitada ni en poder, ni en responsabilidad, ni en tiempo (…). Es necesario que quienes son soberanos no estén de ningún modo sometidos al imperio de otro y pueden dar ley a los súbditos y anular o enmendar las leyes inútiles (…) 
Jean Bodin, Los seis libros de la República, 1576.

 “Dios establece a los reyes, como sus  ministros, y gobierna los pueblos por su intermedio. Ya hemos visto que  el poder viene de Dios (…) Si Hacéis el mal, temblad porque no en vano él tiene la espada y es ministro de Dios, vengador de malas acciones (…), De todo esto se deduce que la persona de los reyes es sagrada y que es sacrilegio atentar en su contra (…) son sagrados por su cargo, como representantes de la majestad divina (…)”
Jacques Bossuet, Políticas extraída de las propias palabras de la sagrada escritura, 1682

 “La  única vía para construir ese poder apto para la defensa contra la invasión extranjera y las ofensas ajenas, garantía de que su propia acción  y por los frutos de la tierra los hombres puedan alimentarse y satisfacerse, es dotar de todo poder y la fuerza a un hombre o asamblea de hombres (…) esto implica una unidad concreta de todo en una sola persona, instituida mediante un pacto de cada individuo con los demás, tal como si cada uno dijera a todos: autorizo y transmito a este hombre o asamblea de hombres  el derecho que me asiste de gobernarme a mí mismo, a condición de que vosotros transmitáis también a él igual derecho y autoricéis  si actos de igual forma (…) En esto radica la  esencia del Estado, que puede definirse como sigue: persona resultante de los actos  de una gran multitud que, por pactos mutuos, la instituyó con el fin  de que  esté en  condiciones de emplear la fuerza y los medios de todos, cuando y como lo repute oportuno, para asegurar la paz y la defensa comunes.  Esta persona se denomina soberano y su poder es soberano; cada uno de los que lo rodean es su súbdito”.
Thomas Hobbes, Leviatán, (1651). 

ACTIVIDAD:
a) Analizá los tres fragmentos que se presentan en el texto y confeccioná una lista con los fundamentos que justifican el absolutismo.

Ver siguiente: MONARQUÍAS ABSOLUTAS EUROPEAS