jueves, 27 de septiembre de 2012

MONOPOLIO COMERCIAL COLONIAL

Ver anterior:LA ECONOMÍA COLONIAL

LA POLÍTICA COMERCIAL ESPAÑOLA

La formación del Estado Moderno español hacía necesario aumentar los ingresos de la corona. La conquista de América resultó una fabulosa fuente de riquezas para España. Los centros mineros de Perú y México proporcionaron el oro y la plata que permitieron la transformación de España, un pequeño reino, en un gigantesco imperio colonial.
SEVILLA, PUERTO DE PARTIDA DE LAS FLOTAS

Por este motivo, el comercio con América estuvo fuertemente controlado por la Corona que,  mediante una vasta legislación, organizaba todas las relaciones entre productores y consumidores. La “intervención” del Estado en el comercio se hizo más marcada entre los siglos XVII y XVIII. La economía colonial se desarrolló bajo la influencia del “mercantilismo”, corriente económica que sostenía que la fuente de la riqueza era la acumulación de metales preciosos. Con la finalidad de aumentar la riqueza y que ésta no saliera de España se impuso la idea de “vender mucho y comprar poco”.

El mercantilismo en América se implementó aplicando medidas que impedían el desarrollo de las industrias americanas para que no compitieran con las de España. Para lograr este fin, se impuso el “monopolio comercial” que prohibía a las colonias comerciar con otro estado que no fuera el español.

La Corona organizó un sistema comercial  monopólico entre sus colonias y los puertos de España. Con el fin de evitar el comercio de América con otras potencias europeas se fijaron los puertos de Sevilla y de Cádiz en España, y los de Panamá y México en América,  como únicos puertos de entrada y salida de mercaderías americanas y españolas.

MAPA DE RUTAS DEL SISTEMA DE FLOTAS Y GALEONES.
Se creó un sistema de “flotas y galeones” que reguló la actividad comercial entre 1561 y 1748. En los meses de abril y julio partían de Cádiz o Sevilla dos flotas de barcos, con destino a Panamá y México, cargadas de productos españoles, y custodiadas por galeones de guerra. Luego regresaban cargadas de oro y plata americana hacia los puertos de españoles. Las mercancías españolas eran vendidas en las enromes ferias comerciales de las ciudades puerto de Portobello (Panamá) y Veracruz (México). Los comerciantes acudían a éstas ferias para abastecerse de mercaderías que luego eran enviadas hacia el Virreinato del Perú.

Este sistema era perjudicial para los americanos debido a que las mercaderías no eran suficientes y los precios aumentaban por la intermediación de los comerciantes y los costos del traslado de las mercancías hacia el interior del continente. Frente a ésta situación se desarrolló otro tipo de comercio desde puertos no autorizados. Buenos Aires fue uno de los puertos de contrabando por donde ingresaban mercaderías holandesas y francesas desde el Río de la Plata.

Ver siguiente: ABSOLUTISMO MONÁRQUICO.
Actividad:
1.             Organizá las ideas principales del texto en un mapa conceptual o cuadro sinóptico.
2.        Definí los conceptos: MERCANTILISMO - MONOPOLIO - FLOTA - CONTRABANDO

sábado, 15 de septiembre de 2012

LA ECONOMÍA COLONIAL

Ver anterior: LAS CORRIENTES COLONIZADORAS DE AMÉRICA

LA ECONOMÍA COLONIAL

Luego de la primera etapa de la conquista española, la corona impulsó el establecimiento de empresas dedicadas a la producción agrícola y minera. Con este fin se dispuso el reparto de la mano de obra indígena tanto en México como en Perú. El reparto en “ciudades de indios” organizaba las comunidades aborígenes para que realicen trabajos forzados a cambio de un salario en las empresas mineras, rurales  y artesanales de los particulares españoles.

En el siglo XVI, la explotación de las zonas mineras de Potosí, en el Alto Perú; y la de Zacatecas, en México se convirtieron en grandes centros productores de plata y en grandes consumidores de mercancías producidas en un gran conjunto de economías regionales. El resultado fue la formación de empresas vinculadas a la producción rural orientada a abastecer el gran mercado de las zonas mineras a la vez que aumentaba la producción de plata.

La minería
TABAJADORES EN LAS MINAS DEL ALTO PERÚ

La producción de plata en las zonas mineras de Potosí y Zacatecas comenzó en 1540 utilizando a la mano de obra indígena para explotar la superficie de los cerros. Sin embargo, hacia 1870, ya se había agotado el metal de la superficie y se hizo necesario la construcción de túneles que se internasen en los cerros para buscar las vetas de metal. Los aborígenes debían internarse con escalerillas en estos túneles y partir las rocas que contenían plata, otros se encargaban de picarlas en piedras más pequeñas. Éstas piedras eran luego subidas en sacos por las escalerillas hasta la superficie, donde se cargaban a lomo de mula y eran llevadas a los ingenios para extraer la plata de la piedra.

En los ingenios los trozos de roca eran pulverizados por molinos. El polvo era mezclado en enormes piletas con mercurio, sal, agua y cobre. Esta mezcla, altamente tóxica, era removida durante varios días por los aborígenes hasta que se obtenía la “amalgama”. La amalgama se guardaba en sacos varios días y luego, presionándolos, se  obtenía la plata.

La hacienda colonial.

El crecimiento del mercado de los centros mineros permitió que las actividades agropecuarias experimentaran un progresivo crecimiento motivado por la mezcla de las técnicas agrícolas europeas y autóctonas. Hacia fines del siglo XVI se inicio la exportación de cereales, cueros, sebos, frutas secas, charqui y otros productos, los que estaban dirigidos para el mercado peruano; esta situación se reforzó con la caída de la producción triguera del Perú, lo que desde 1678 en adelante convirtió a la colonia chilena como la principal proveedora de cereales del virreinato peruano.

El aumento de las exportaciones de trigo desde la segunda mitad del siglo XVII en adelante, fomentó una extensiva explotación de las tierras que trajo consigo el surgimiento de las grandes propiedades o haciendas. Las ganancias generadas por las exportaciones eran reinvertidas en la adquisición de manufacturas y otros productos que se importaban desde Perú  En este periodo, los hacendados se transformaron en el principal sector de la sociedad colonial, y algunos de ellos llegaron a ostentar títulos nobiliarios y mayorazgos.

La hacienda se convirtió en el eje de las actividades agropecuarias e, incluso, llegaron a ser independientes ya que en ellas se producían todos los productos que se requerían para satisfacer las necesidades básicas de la población. En efecto, las haciendas no sólo poseían peones que realizaban las labores agrícolas, sino que además en ellas estaban asentados una serie de artesanos que fabricaban los productos derivados de la ganadería, como los cordobanes o el charqui. Junto a ellos, en las haciendas también habitaban los denominados inquilinos, que estaban encargados de custodiar los límites de las tierras incluidas en las haciendas.

Los propietarios de las haciendas eran considerados dueños de la voluntad de sus peones, y debido a la inexistencia o a la poca presencia de las autoridades, en la práctica el poder que ejercían no conocía censura. Por esta razón, la mayoría de las ciudades que se fundaron en el siglo XVIII fueron ubicadas en las cercanías de las haciendas con el objetivo de que las autoridades oficiales controlaran los excesos de los hacendados.

ACTIVIDADES:
       1)      Redactá un texto donde se explique la relación entre las principales actividades económicas de la época colonial.

   Ver siguiente: MONOPOLIO COMERCIAL COLONIAL.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LAS CORRIENTES COLONIZADORAS DE AMÉRICA

Ver anterior: LA SOCIEDAD COLONIAL

Las corrientes colonizadoras de América (s. XVI y XVII)

Durante los siglos XVI y XVII , los ingleses y franceses establecieron asentamientos en América del Norte, y los Portugueses en América del Sur. También los holandeses establecieron asentamientos por un breve tiempo. La mayor parte de América, desde el sur de Estados Unidos hasta el Río de la Plata, estuvo bajo la dominación de España.
COLONIAS EUROPEAS EN AMÉRICA SIGLO XVI

La colonización portuguesa se caracterizó por el establecimiento de plantaciones que se encontraban muy dispersas por el territorio. Su avance fue lento, desde la costa hacia el interior, donde fueron estableciendo ciudades. España, intento evitar la dispersión de los nuevos pobladores e intento agruparla  en ciudades con el fin de organizar y controlar los territorios. 

Esta expansión urbana fue planificada, y por lo general sus fundaciones existen en la actualidad. Sin embargo, también hubo fracasos como en el caso de los asentamientos en el Río de la Plata. La primera fundación de Buenos Aires, en 1536, a cargo de Pedro de Mendoza, debío ser abandonada debido a su aislamiento y la hostilidad manifiesta de los nativos. Sus pobladores fueron enviados a Asunción, fundada en 1537, abandonando el ganado, equino y bovino traído desde España, que se multiplicó en las fértiles llanuras de la pampa.

La explotación de las zonas mineras del Alto Perú y Chile impulsó la colonización de gran parte del territorio argentino. En éstas regiones se necesitaban indios para trabajar y tierras cultivables. El noroeste argentino cumplía con estas condiciones. Así mismo, era necesario asegurar las fronteras mediante asentamientos fortificados capaces de resistir los ataques de los pobladores originarios.
CORRIENTES COLONIZADORAS DE ARGENTINA

Desde Perú se avanzó sobre Chile y desde allí se enviaron expediciones que fundaron Santiago del Estero (1533) y en la región de Cuyo: Mendoza (1561), San Juan y por último San Luis (1594). El virreinato del Perú buscó asegurar las comunicaciones con Santiago del Estero mediante fundaciones de ciudades entre estos dos puntos. Ésta corriente colonizadora proveniente desde Perú estableció las ciudades de Tucumán (1565), Salta (1853), y Jujuy (1594). Esta corriente encontró fuertes resistencias de los pobladores originarios y otros poblados fueron destruidos.

La expansión de los portugueses hacia el oeste y el sur intentó ser contenida por los españoles. La conexión del Tucumán con Asunción permitiría obtener una salida hacia el Atlántico y detener el avance portugués. Con este objetivo se fue fundando una línea de ciudades. Desde Santiago se funda Córdoba en 1573. En tanto, desde Asunción se fundan Santa Fé (1573)  y Buenos Aires, por segunda vez, en 1580; y luego, Corrientes (1588).

La mayor parte del territorio argentino no pudo ser ocupado y se fue creando una zona de frontera móvil con pequeñas poblaciones que dividían las tierras colonizadas y las de los aborígenes no sometidos. A partir del siglo XVI la conquista se hace más lenta y recién a fines del siglo XVII se conquista el Noroeste. Los territorios del Chaco, La Pampa y la Patagonia fueron sometidos en el siglo XIX.
PLANO DE LA FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES
Ver siguiente: LA ECONOMÍA COLONIAL.
ACTIVIDADES:
  1.      Identificá las causas que motivaron la a España a establecer fundaciones.
  2.       Observá el mapa de las corrientes colonizadores y organizá la información en un cuadro.

CORRIENTE COLONIZADORA
FUNDACIONES
AÑO DE  FUNDACIÓN













3. La expansión urbana española fue planificada. ¿Qué característica del plano de la fundación lo confirma?



sábado, 1 de septiembre de 2012

LA SOCIEDAD COLONIAL

Ver anterior: LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA COLONIAL

LA SOCIEDAD COLONIAL

Los españoles, luego de la conquista inicial, buscaron ordenar los nuevos territorios bajo su dominio estableciendo instituciones de gobierno y leyes especiales para América. La sociedad colonial se estableció en un principio de acuerdo al orden social en España. Sin embargo, éste orden debió adaptarse a las características particulares de nuestro continente.

La sociedad colonial americana se encontraba dividida en grupos con marcadas diferencias, que se distinguían por sus rasgos raciales, el grado de poder político que poseían  y el nivel de su riqueza. Ésta sociedad, al igual que la de España, presentaba una marcada jerarquía. El grupo dominante se llamaba a sí mismo “gente decente”, y el sector más desfavorecido estaba compuesto por los esclavos, entre ambo sectores existían otros grupos.

En los primeros tiempos de la formación de la sociedad colonial, el cruce entre blancos y miembros de otras razas fue algo corriente, pero a medida que la sociedad se fue consolidando, el mestizaje fue visto negativamente. Apoyada por la monarquía, la clase dominante en América construyó un régimen de castas, según el cual a cada raza correspondían determinados derechos y obligaciones. Esta jerarquización se consolidó en el siglo XVIII reforzando las diferencias económicas existentes y aseguró la permanencia del poder en pocas manos.

El grupo dominante se componía con los grandes comerciantes, los propietarios de vastas extensiones de tierras (terratenientes) y los altos funcionarios del gobierno y la Iglesia. Era un grupo cerrado, de gente blanca, cuyas familias se emparentaban mediante casamientos y se distanciaban de los otros grupos inferiores.

Para pertenecer a la elite o clase principal no bastaba con ser rico, había que tener prestigio. Éste se lograba por la pertenencia a determinadas parroquias, o a alguna de las instituciones oficiales como el Cabildo o la Audiencia y además por tener vínculos con personas importantes en España. 

El prestigio marcaba jerarquías dentro de la elite y era exhibido públicamente en las ceremonias oficiales.Con el tiempo dentro de la clase principal comenzaron a existir diferencias entre los españoles nacidos en América, llamados criollos, y los originarios de España, llamados peninsulares. Los peninsulares eran los únicos que podían ocupar los puestos importantes en la administración colonial y controlaban el monopolio comercial.

Por debajo de la elite se encontraba el sector predominantemente blanco al que pertenecían pequeños comerciantes, empleados administrativos, dueños de talleres artesanales, propietarios de chacras  y la mayoría del clero criollo. En este sector se mezclaban los mestizos que, si bien en teoría tenían los mismos derechos que los blancos, eran despreciados socialmente por tener una “mezcla” de sangre blanca e indígena. Por lo general, se ocupaban en talleres artesanales o se dedicaban a la ganadería. Dentro de este grupo, muchos no tenían ocupación fija y eran considerados individuos peligrosos y holgazanes por las autoridades.

ENCOMENDERO
Por debajo de ellos se encontraban los aborígenes y los mulatos, “mezcla” de blancos con negros, cuya libertad estaba muy limitada por las leyes y los prejuicios sociales. Por ejemplo, no se les permitía vestir como la gente decente. Este sector social se ocupaba de las tareas manuales que los blancos despreciaban. En un principio, los pobladores autóctonos fueron utilizados en tareas forzadas, como la encomienda; o la mita, por la cual todos los varones de edad activa debían concurrir, durante un período de tiempo, a realizar tareas por un salario menor al del mercado en beneficio de un particular. La mita, en la región andina, obligaba a las comunidades a aportar la mano de obra necesaria para el trabajo en las minas.

El último orden de la jerarquía estaba compuesto por los esclavos negros. Eran traídos de África  por los ingleses, quienes los capturaban y transportaban en navíos especiales, encadenados y hacinados. Muchos morían en el viaje a causa de las malas condiciones y el maltrato. Pertenecían a diferentes culturas y hablaban diferentes lenguas que fueron sustituyendo por la de sus amos. La mayoría realizaba tareas domésticas, por ello era común medir la riqueza de una familia por la cantidad de esclavos que poseía. En cambio, en las colonias inglesas de América del Norte, el Caribe y Brasil, los esclavos fueron utilizados como mano de obra en las plantaciones.



Actividades:
1-      Definí los siguientes conceptos: a) jerarquía. b) elite. c) casta. d) mita.
2-      Organizá en un cuadro los grupos sociales y sus características.
3-      Justificá mediante argumentos las siguientes oraciones: a) “El sistema de castas aseguró el poder en manos de los peninsulares.” b) “El grado de riqueza determinaba la partencia a un grupo social.” c) “ El orden social colonial era justo”